Nuestro último episodio de El Periscopio en diseño de futuro con Stef Silva de Invisible sirvió de introducción a esta disciplina emergente que ha llegado para quedarse y que se está afianzando en las empresas y administraciones. Y aunque no es como tener una bola de cristal, es la disciplina la que nos invita a dibuja y piensa en escenarios futuros para entender lo que podría suceder y cómo podemos llegar allí (¡lo cual es mucho más divertido! 😉).
La gente se divierte
Según Stef, el diseño del futuro es un mundo en el que la investigación se une a la creatividad y el arte para escribir historias sobre el futuro. Ella lo define como «pensar de manera diferente para crear entornos divergentes» y explica que, según su experiencia, está teniendo muy buena acogida en las empresas en las que trabaja y que «la gente se divierte».
Ideal para sectores anclados en modelos anticuados
Le preguntamos sobre los sectores en los que el diseño futuro es más necesario o adecuado. Stef habla de aquellos anclados en modelos más antiguos, como los industriales, bancarios y de seguros, ya que «tienen un peso muy relevante en la sociedady, al mismo tiempo, muchos de ellos necesitan replantearse sus modelos de trabajo y las consecuencias de sus productos y servicios».
Una disciplina basada en la investigación
Los proyectos de diseño futuros se basan en la investigación. De hecho, Stef explica que los resultados dependen del tiempo disponible para la investigación: «Cuanto más tiempo tengamos para detectar las tecnologías emergentes, los cambios en los patrones de comportamiento y las señales débiles de cambio, mejores serán los resultados».
«Estamos detectives del cambio, y como detectives, necesitamos crear entornos de observación que alimenten el día a día de la investigación», explica Stef.
Invisible trabaja con empresas que han adoptado el diseño del futuro y los han adoptado continuo entornos de observación. Stef explica que «las empresas que adoptan y acogen este movimiento tienen un enorme potencial de cambio».
Según ella, en Invisible les encantaría democratizar el diseño del futuro, haciéndolo accesible a todos para que todas las partes interesadas puedan beneficiarse de lo que ofrece la disciplina.
Creatividad e imaginación mezcladas con proceso y metodología
Aunque es una disciplina muy creativa, el diseño del futuro también implica metodología y proceso. De hecho, es gracias a esto que se obtienen resultados. Siempre comienzan con detección y análisis de señales de cambio mediante la recopilación de información y conocimientos. A continuación, pasan a identificar patrones dentro de estos cambios para descubrir dónde hay tendencia y direccionalidad. Posteriormente, mezclan las tendencias y describen escenarios en un contexto específico.
Stef destaca la importancia de diversidad: «Las tendencias no ocurren de forma aislada; necesitamos personas diversas que aporten voces diferentes a cada uno de los escenarios».
Es en este último paso donde creatividad entra en juego. Invisible utiliza la ilustración o el diseño de futuros artefactos, que ayudan a visualizar mejor los diferentes escenarios.
No todo es tendencia
¿Cuál es el criterio para que algo se convierta en tendencia? Stef lo tiene claro. Una tendencia es algo que no tiene vuelta atrás; no es bombo, pero algo que realmente cambia el status quo. Se trata de movimientos con una direccionalidad muy clara, que provienen de lugares bien establecidos e involucran a muchas personas a la vez.
Los perfiles que trabajarán en el diseño futuro son muy diversos. Desde las ciencias sociales y las humanidades (antropología, sociología) hasta roles en el mundo del arte y profesionales vinculados al campo del diseño.
Los 3 mayores errores en el diseño del futuro
Finalmente, descubrimos los mayores errores que podrían cometerse en el diseño futuro. El primero: pensando que estamos prediciendo, ya que el diseño futuro implica esbozar escenarios futuros para luego volver al presente y ver qué puede suceder. La segunda: no ser consciente de los prejuicios o ideas preconcebidas de las personas. El tercero: haciéndolo a puerta cerrada y convirtiéndolo en una disciplina demasiado intelectualizada es difícil acceder a eso.