Para conceptualizar y dar forma al primer concept store de la marca, emprendimos una etapa de investigación cualitativa que nos permitió profundizar en los aspectos más profundos e intangibles de los amantes de ISDIN. Así, descubrimos sus aspiraciones, tabúes, necesidades no resueltas, motivaciones, tendencias y patrones de consumo. Esta información fue clave para identificar las palancas de diseño del proyecto y empezar a proponer una experiencia 100% alineada con el objetivo de la empresa.

Junto con todo el equipo de ISDIN nos sumergimos en un workshop estratégico que nos permitió ahondar en los grandes insights identificados durante la fase de investigación. Gracias a una metodología propia que une UX Research y la dinamización de la creatividad todo el equipo involucrado en el proyecto pudo aportar su pizca creativa creando retos alrededor de la futura experiencia.

Gracias a un profundo conocimiento del target y gracias a todos los retos creados con el equipo de ISDIN, diseñamos todos los conceptos que darían sentido al espacio y diseñando todas aquellas experiencias y sucesos que permitirían a la marca conectar verdaderamente con los Isdin Lovers.

Una vez estaba claro todo lo que tenía que suceder en esta experiencia, entró en juego el equipo de La Granja que con su sensibilidad y creatividad se encargó de dar forma física a un espacio que tenía altas exigencias. Desde Lúcid se diseñaron y desarrollaron todos los contenidos digitales de esta experiencia, junto con todos los elementos de interacción de la tienda.